Credibilidad ¿Cómo deberían gobernar, después de las promesas?
Por Lucrecia Armas
Hoy día, los políticos tienden a realizar un uso recurrente de los medios de comunicación, y las redes sociales; especialistas en Comunicación Política sugieren que ello sucede porque con su uso; garantizas legitimidad y adhesión por parte del electorado. A pesar de ello, es observable como en América Latina, persisten casos de corrupción por parte de los gobiernos; lo cual a su vez, es reflejo de una mala administración.
Deberían preguntarse entonces; ¿Cual es la finalidad de mantener comunicado a los ciudadanos? Al respecto diría, que pudiesen informar, sólo lo necesario para mantenerlo enterado de la gestión de gobierno. Ello; sin duda sería muy racional; tan racional que pudiese ser percibido con frialdad.
Pero, ¿Es buena la frialdad para un gobernante?- Expertos en Psicología Política sugieren que:
…¨ El votante reacciona subjetivamente ante el político y vive en relación a él un estado afectivo; esas emociones son vitales al momento de decidir su voto”…

Entonces, sin duda, el gobernante debe promover empatía, bien sea, a través de la espectacularización de la política, la apelación a unos valores y creencias y la utilización de un lenguaje adecuado; a fin de generar vínculos emocionales. De la misma manera, debe apelar a un mito histórico. Pero- ¿Hasta que punto, debemos apelar al mito, a la promesa, a la ideología?.
He allí, el dilema de la comunicación política, el gobernante debe sin duda, trabajar para satisfacer el bien común; por consiguiente, debe conformar un equipo de gobierno con las habilidades profesionales y técnicas, necesarias para ello. Sin duda, debe utilizar los medios para procurar su transparencia en la gestión; y mantenerse informado de los problemas que al pueblo le afecten; de ello va a depender su credibilidad. En definitiva, mientras el gobernante se comunica a través de los medios de comunicación social, redes sociales, y demás, en espacios que le permitan generar vínculos emocionales; simultáneamente también debería, diseñar e implementar “gestión cotidiana”, y a su vez difundirla adecuadamente en lenguaje propicio, para lograr su entendimiento por parte de los ciudadanos. Finalmente, la credibilidad se construye en tanto, puedas vincular elementos subjetivos y objetivos, en la gestión de gobierno; que permitan ganar buena reputación y confianza.
A manera de reflexión, se añade para sus consideraciones, el siguiente epígrafe:
…¨ El gobierno mas conforme a la naturaleza es el que mas se ajusta a la disposición particular del pueblo para el cual se establece ”… Montesquieu. El Espíritu de las Leyes.